martes, 5 de julio de 2011

Otra forma de morir...

Hablamos constantemente de los muertos que aparecen es las portadas de los periódicos y noticias de televisión.
Cada vez nos sorprende menos encontrarnos con noticias de asesinatos, violaciones, catástrofes , muertes masivas, y un sinfín de infortunios, que todos deberíamos descartar de la faz de la tierra. .pero no hablamos de las miles de muertes que a diario se ocasionan  en cada uno de nosotros.
El desconsuelo, la desesperanza, las dudas, las traiciones, la mentira, el amigo que te falla….todo eso nos rompe por dentro y nos mata como seres espirituales.
La falta de amor está acabando con mucho de nosotros. Nos hace diferentes a como éramos.
Nos rompe la confianza  y el optimismo.
Estamos tan preocupados en las cosas materiales, que no cuidamos nuestras cosas morales.
Quizás a eso se refería Jesús cuando dijo: Al que te dé en una mejilla ponle la otra
Quizás lo que Jesús quería decir es:
Si los golpes de la carne no rompen tu espíritu, serás inmortal, porque habrás sido capaz de escaparte del odio.
Los sentimientos malos nos perjudican mucho, nos impiden ser felices y nos roba la energía, nos enferma y empequeñece.
Creo que la mejor manera de defendernos de los agravios, es el perdón.
Solo perdonando y olvidando seremos capaces de que los golpes de otros no nos puedan hacer daño
El odio, el rencor y la venganza nos mata como seres portadores de felicidad. Sólo el amor nos eleva por encima del dolor y el miedo.
Llenemos a este Planeta de amor y buenos propósitos y seguramente en las portadas de los periódicos  dejen de aparecer  noticias tan dolorosas.
El amor cura, tonifica, engrandece, es el arma más potente que tenemos.

Disculpemos a quienes nos quieren dañar porque están enfermos y agonizantes y no son dueño de sus actos, se esclavizan y mueren en sus malos propósitos,
No le devolvamos mal por mal, estemos tan sólo pendiente de ellos, y hagamos les saber, que estaremos con los brazos abierto dispuestos a compartir con ellos  nuestras ganas de vivir, de gozar y ser felices.
Quizás así recuperemos a más de uno que andan perdidos por los mares de la desconfianza, el miedo y el despropósito.
Tengamos los brazos abiertos y nuestra mesa preparada para celebrar con el amigo perdido su regreso.
Hagámosle saber, que no somos capaces ni queremos de odiar.
Que cuidamos nuestro espíritu porque deseamos ser felices, y que nos hemos vacunado
Contra el mal del acaparamiento y del egocentrismo.
Pongamos un cartel en nuestras vidas que diga:
                                Sembramos Amor
                                Costes 0
                                Resultados: Infinito

©Clara Isabel Hernández Cabrera

26 de julio 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario