martes, 5 de julio de 2011

¿Se ha caído La Estrella de Oriente?

Mamá mamá, venia por todo el campo gritando aquel chiquillo de unos diez años, color de arena.
En su voz denotaba una gran tristeza y una gran desesperación.
Mira (le dijo, al llegar a ella, extendiendo sus manos hacia su madre).
Del cielo ha caído esta estrella.
¡Dios mío!  Es cierto (contesto su madre) es la estrella de Oriente.
La mujer alarmada reunió a todos sus vecinos y le dijo, mostrándole aquel brillante objeto.
Mirad, mirad, se ha caído La Estrella de Oriente, se acaba la Navidad.
Las mujeres llamaron inmediatamente a los grandes sabios y científicos, para que comprobaran si realmente aquella estrella era La Estrella de Oriente.
Los científicos decidieron ante la duda llevarla a su laboratorio para analizarla minuciosamente, se fueron con caras muy tristes y de preocupación.
Por el camino decían:
Si la estrella es la de Oriente, nos quedaremos sin Navidad (se habrá enfadado el niño Jesús y no querrá más nacer en nuestra tierra?) se preguntaba uno.
A lo mejor quiere nacer en Occidente y por eso se ha caído la estrella
Decía otro.
Después de muchas preguntas y pocas respuestas y de analizar a La Estrella, llegaron a la conclusión de que no era una estrella sino un trocito de ella. Miraron en el cielo a ver si encontraban los trozos que faltaban y no encontraron ninguno.
Muy triste decidieron decir la verdad a su pueblo y reunidos habló el más viejo y dijo con voz muy grave:
Hemos perdido a La Estrella de Oriente, se acabó la navidad.
Todos empezaron a llorar desesperadamente y a clamar al cielo, pero entre ellos aquel niño que la había encontrado, no lloraba sino que saltaba y brincaba de pura alegría.
La gente extrañadas le vociferaron. Eh tu ¿qué te pasa?¿Como puedes estar tan contento habiendo perdido la estrella más importante del Cielo.
El niño muy feliz se sube sobre la tarima más alta y despojándose de su camisa, muestra su pecho a su pueblo y le dice:
Mirad como brilla, está en mi, está brillando en mi corazón., entonces todos abrieron sus camisas y vieron que en sus corazones brillaban una luz muy especial , cada uno llevaba un trocito de estrella.
Estaban muy contentos y felices, pero no sabia que estaba pasando.
Así que reunieron de nuevo a los ancianos para preguntarles que pasaba, que todos brillaban con un trozo de estrella en el cielo.
Los ancianos no sabían dar respuestas pero recordaron aquello que dijo Jesús:
Para entrar al reino de Los Cielo deberás nacer de nuevo y se como un niño.
Así que fueron a hablar con una madre que acababa de dar a Luz a un bebé, y le dijeron.
La persona más joven de nuestro pueblo es tu hijo que nació ayer, a el tenemos que preguntarle porque se ha caído la Estrella de Oriente y brilla ahora en nuestros corazones.
A el tenemos que preguntarle porque no sabemos la respuesta.
La madre pensó que aquello viejecillos se habían vuelto locos, como iba a saber su bebe responderle eso.
Pero el bebé de un solo día, alzo su dedito y lo giró hacia todas partes, y dijo.
La estrella ha caído del cielo porque quiere estar más cerca de nosotros y brilla en el corazón de todo el que tiene fe, porque ese es el verdadero sentido de la Navidad.
Sus trozos están desperdigados por El Mundo, ¿No escucháis sus voces?
Están por todas partes.
Donde oigáis una voz que reclama justicia, donde oigáis una voz que reclama igualdad, donde oigáis una voz que reclame amor, allí está
Un trozo de estrella, la estrella no quiere ser más la estrella de oriente, ni occidente, no quiere ser la estrella de acá o de allá, quiere ser solo la estrella del mundo, la estrella del amor, porque Jesús ha nacido para todos.
Los ancianos sorprendidos dijeron entre si. Es cierto debemos ser como niños para sentir la navidad, debemos olvidar todos aquellos conceptos que nos hace sentir diferentes, debemos olvidar las marcar de las fronteras y los colores, y debemos pensar que Jesús quiere la Paz para todos los pueblos del Mundo.
Desde ese momento aquellos todos los habitantes de aquel pueblo se despojaron de la camisa, para mostrar a los demás con su luz, que teniendo fe todo es posible, y abrieron sus brazos para unirse a otros y proclamaron el derecho de vivir en igualdad y ser felices.
Cada vez fueron más los que al ver tantos corazones brillando por la fe
Sintieron el deseo de brillar y ser felices, y fueron uniendo cada uno su luz hasta formar de nuevo una gran estrella.
Ya estaba la estrella casi totalmente formada cuando vieron que le faltaba una punta, preocupados comentaron: Algo nos falla ¿Dónde está esa punta?
Id a Lanzarote comentó el bebé, alli está la voz de un pueblo que sufre
Llevad allí toda vuestra luz, y decidle que sois mucho los que queréis que reine la igualdad entre todos los seres del Mundo. Que queréis la paz y la armonía, y que quereis que de nuevo vuelva a brillar con más luz que nunca la estrella que anuncia la venida de Jesús, aquel hombre maravilloso que predicó que todos éramos iguales.
Decidle que el amor vencerá cualquier fisura y que pronto todos entenderemos que no hay arma más fuerte que la del amor, capaz de alcanzar todas las metas.
Feliz Navidad a todos los habitantes del Mundo.
© Clara Isabel Hernández Cabrera
13 diciembre 2009

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