martes, 5 de julio de 2011

¿Serás tu quien tire la primera piedra?

Hace Más de 2000 años, Jesús vino a decirnos:
“El que esté libre de culpas que tire la primera piedra”.
Hoy al parecer hay en otros países muchas personas que deben de pensar que están libres de culpas cuando son capaces de alzar su mano, para asesinar a un ser humano.
Creo que la vida es un Don Divino y nadie, absolutamente nadie tiene derecho a quitarla.
 Según la información de la que dispone Amnistía Internacional, en Irán hay al menos ocho mujeres y dos hombres expuestos a ser lapidados. Las mujeres son: Iran A., Khayrieh V., Ashraf Kalhori, Gilan Mohammadi, Sakineh Mohammadi, M.J., H. y Kobra Babaei. Los hombres son: Gholamali Eskandari y Rahim Mohammadi.

Me imagino lo terrible que ha de ser morir de una manera tan cruel.
Mirar a los ojos de quienes están alzando su mano contra ti, con una piedra que romperá tu carne, que quebrará tus huesos, me imagino lo doloroso que debe ser sufrir la humillación de ser rota, herida, ultrajada, por el hombre que un día fue el gran amor de tu vida (equivocadamente), de tu padre, (quizás), de algún hermano,
De la amiga de toda la vida, del señor que le comprabas el pan, y quizás también de ese ser al que siempre escuchabas y ayudabas porque te daba pena.
Supongo la impotencia que se ha de sentir cuando ves el suelo regarse de tu sangre (siempre inocente) y saber, que ese es tu último día, desear con todas tus fuerzas, que una piedra te dé el golpe definitivo que te haga escapar de tanto dolor y humillación .
Es horroroso pensar y ponerse en la piel de cualquiera de esas personas.
Pero se me pone la piel de gallina cuando pienso que además todo ese sufrimiento ha sido en el mejor de los casos, porque ha estado enamorada/o de quien no es su esposo/a, porque ha sucumbido a la llamada imperiosa del amor, y no ha sido capaz de decir no a unos besos o abrazos (o lo que sea) de ese ser al que ama, y le vino a destiempo.
Se me pone la piel de gallina, cuando esa muerte, esa espantosa muerte viene dada de la acusación la mayoría de las veces, del esposo/A, que se considera engañado, y por eso denuncia a su pareja, para que cruelmente sea lapidada/o.
¿No merecía por sentimientos tan mezquino dejar de ser amado?¿Una persona que actúa de tal forma es merecedor/a de ser amado/a para toda la vida?¿Amores a la fuerza?
¿Hemos de renunciar a una vida plena, por continuar con una vida mediocre, al lado de un ser que nos parece por sus aptitudes despreciables? o ¿Habremos de decidir con libertad llegar hasta la muerte para liberarnos de esas ataduras la mayoría de las veces impuestas por casamientos concertados, por otros que no somos nosotros mismos? ¿Es más culpable el que defendiendo la libertad que Dios le ha dado quiere
por un día o mil, probar las mieles de la felicidad al sentirse libre de gozar con la persona a la que ama o aquel que porque las leyes lo ampara en su desvarío, abusa, explota, humilla , sacrifica, y rompe la vida de otro.?
Nadie es dueño de nadie, tampoco nosotros somos dueños de nosotros mismos, sólo Dios es dueño de todas las cosas, es dueño de la vida y de la muerte.
Nosotros sólo somos dueños de elegir como vamos a actuar en cada instante y nadie
Absolutamente nadie tiene derecho a levantar su mano contra otro.
Nadie puede obligar a otros que le quieran, o les sean fieles. Sobre todo porque la palabra fidelidad no significa miedo, ni obligación. Significa, respeto, amor, entrega voluntaria.
¿Es fiel a su prisión el preso ó está en ella porque no encuentra el modo de salir?
Algunos seres cuando su capacidad de entendimiento, de comprensión, de amor, de tolerancia, no les llega, usan por la fuerza, el poder que en sus manos tengan
Para hacerse notar.
¡Que pena! Preferible es desaparecer de la faz de La Tierra que no lograr lo que sea
Levantando tu mano y lanzando una piedra.
En nuestros países también hay otras formas de lapidar lentamente, que es la de lanzar piedras hirientes contra la dignidad o los principios de las personas, esas también se lanzan sin escrúpulos ningunos, usando la difamación y la calumnia
Contra otros seres a los que por los motivos que sean, nos interesa ver tirado por los suelos. Me parece igual de aberrante.
Creo que las lapidaciones, sean del tipo que sea tienen que acabar definitivamente.
Y creo que no podemos volver la cara hacía otro lado.
Es mucho más dañino ignorar estos actos que recibir una piedra porque intentemos auxiliar al que va a ser lapidado.
Creo que todos deberíamos exigir de los gobiernos, que este tipo de injusticias y crímenes atroces se sigan amparando bajo ningún tipo de ley, provenga de donde provenga.
AMAR ES MÁS GRATIFICANTES PARA TODOS.

©Clara Isabel Hernández Cabrera

21 agosto 2009

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